Estos personajes como intuyera muy bien el genial
psicólogo norteamericano H. Cleckley hace décadas, llevan una "máscara de
cordura", pueden llevar una vida en la que no llegan a entrar en problemas
graves con la ley e incluso tener buena imagen pero al mismo tiempo son
incapaces de llevar una vida decente o fructífera o de rectificar sus errores
que cometen una y otra vez sin aprender nada de la experiencia.
Estas personas pueden dar explicaciones convincentes y mostrar actitudes de arrepentimiento pero que en la puesta en práctica no afectan para nada a sus acciones. En otras palabras, saben lo que está bien, lo que a los demás les parece bien pero eso no va a impedir que sigan causando problemas a los demás... y a veces, incluso a ellos mismos.
Estas personas pueden dar explicaciones convincentes y mostrar actitudes de arrepentimiento pero que en la puesta en práctica no afectan para nada a sus acciones. En otras palabras, saben lo que está bien, lo que a los demás les parece bien pero eso no va a impedir que sigan causando problemas a los demás... y a veces, incluso a ellos mismos.
Como dije en otro artículo, los Psicópatas, ya sean
integrados ("de andar por casa", o lleven una doble vida o incluso
sean criminales) llevan una máscara para ocultar su verdadera forma de ser ante
los demás. Pero hay una forma de sospechar:
LOS HECHOS NO COINCIDEN CON
LAS PALABRAS Y LAS INTENCIONES.
Ahora hablaremos de algunas pistas sobre la personalidad de estos sujetos en las relaciones interpersonales: Naturalmente, cada uno tiene su propia máscara y sus propios gustos personales que dependen de otros muchos factores, tales como, cultura, inteligencia, ambiente social, experiencias y propensiones particulares.
SUPERFICIALIDAD. Aunque pueden hacer demostraciones de sensibilidad, a veces espectaculares, lo cierto es que no se distinguen por su tacto, sensibilidad o cuidado. Los momentos cotidianos o simples que encierran la serena alegría de la vida, por ejemplo, compartir con los demás, disfrutar de la naturaleza, apreciar la profundidad del arte o sentir compasión por un ser querido son incomprensibles para ellos.
La burla, la chabacanería, vulgaridad y la indignación teatral.
La diversión, la fiesta, ser más listo que los demás y la búsqueda de emociones fuertes, ya sea a través del sexo, las peleas o el engaño son todo lo que puedes encontrar en ellos. Les gusta vivir bien pero a costa de los demás.
No es raro que personas que hayan convivido con ellas, una vez ha pasado todo, se pregunten cómo han podido querer a alguien tan insensible, vulgar y en ocasiones, intelectualmente tonto y espiritualmente pobre...
HIPOCRESÍA. No es raro que estos personajes critiquen a los demás por todo, especialmente a sus espaldas, o bien, directamente (sin que nadie lo sepa). Lo curioso es que casi todas las quejas y descalificaciones son una proyección de su propia forma de ser. Así una mujer psicopática criticará a otra a sus espaldas por su vida sentimental sin que parezca importar que ella misma es una zorra.... y aún más divertido! Seguirá sonriéndole y haciéndose pasar por amiga.
EXAGERACIÓN. Estas personas pueden hacer una montaña de un grano de arena cuando se sienten ofendidos (y esto ocurre continuamente). Su respuesta puede ser desproporcionada. No olvide que a los/las psicópatas cotidianos les encanta "montar números", lo cual además, les alivia su aburrimiento crónico y vacío existencial.
También contarán historias falsas, o lo que es peor....exageran sucesos pasados para darse autoimportancia (cuando en realidad, son personas profundamente inútiles).
Estas actitudes pueden exacerbarse bajo los efectos de unas copas, cuando los pocos frenos morales y autocontrol de que disponen se vienen abajo, son capaces de conductas obscenas, de ponerse en evidencia y de meterse en líos.... todas estas cosas les "ponen". En estos casos pueden tener actitudes infantiles y asomar su verdadera cara de bufones o payasos. Les encanta sentirse las estrellas de cualquier reunión, a menudo a costa de devaluar a los demás.
IRRESPONSABILIDAD. Esta es otra característica habitual en ellos. Si algo va mal, la culpa es de los demás, si algo va bien, ellos son los responsables.
Si él defrauda en el trabajo, la culpa es de la sociedad, del jefe o una depresión.
Si ella engaña a su marido, la culpa es de él por no "comunicarse", o por no tratarla bien, o de su amante o de una copa de más... Si el sujeto acaba ante el juez, la culpa es de las circunstancias o de la mala intención de los demás. Si no tiene dinero, la culpa es de su maldito cónyuge que es un gandul. Si pega a su mujer, es porque ella se lo ha buscado, etc...etc... Cuando hacen algo malo y no pueden justificarlo de otra forma, dirán que han sido inducidos por alguien... en resumen, la culpa es de los demás...
Como vemos, estamos ante un personaje pueril, un lístillo y un oportunista. Y como podemos adivinar, necesariamente ha de llevar un disfraz para caer bien a sus presas, al menos en un principio. Sin duda, la forma de ser del psicópata hace imposible el éxito duradero en cualquier faceta de su vida personal.
Por
este motivo, estas personas volverán a repetir los mismos errores una y otra
vez... dejando a un reguero de víctimas en el camino.
http://juegosucio-psicopatia.blogspot.com.es