domingo, 3 de abril de 2016

CITA: No toda inteligencia es inteligente



Este libro va a comenzar con una fábula que, como casi todas las fábulas, está protagonizada por animales. En esta caso, por hormigas. Los hormigueros son sociedades perfectas, porque cada miembro se sacrifica por el bien común: la perpetuación del hormiguero. Están regidos por una misteriosa inteligencia colectiva que funciona con sorprendente eficacia. Cada hormiga es una estúpida partícula que, sin saber por qué ni para qué, hace lo que tiene que hacer “estupendamente”.


Esta relación entre estúpido y estupendo me deja estupefacto. El lenguaje no deja de sorprenderme.

Pero un día las hormigas se volvieron inteligentes, reflexivas, autónomas y libres. Se volvieron kantianas, y esto, que debería haber elevado la calidad de vida del hormiguero, desbarató su convivencia. Bergson, que también se ocupó de las hormigas, sacó una conclusión desconsolada: “La inteligencia tiene un poder disolvente”. En efecto, provocó un conflicto irremediable. La hormiga capaz de pensar por sí misma no quiso ya diluirse en el hormiguero. Su inteligencia individual se enfrentó a la inteligencia colectiva. Estableció sus propios fines. Cada hormiga descubrió que lo que era bueno para el hormiguero, tal vez no o fuera para ella. Se encontró desgarrada entre la lógica del hormiguero –que dice que vivan para él y mueran por él- y la lógica individual –que recomienda el sálvese quien pueda.


La primera generación de hormigas kantianas todavía oyó resonar en su interior la antigua voz del hormiguero, diciéndole que debía respetar la ley colectiva impresa en su interior, pero poco a poco esa voz se debilitó. La razón autónoma de la hormiga se encerró en su argumento: “Si quiero ser libre, no tengo que escuchar la ley del hormiguero sino mi propia ley. Y esta me dice que no tengo más que una vida, y que no sería racional cambiar mi bien por el bien ajeno, aunque éste sea la salvación de la comunidad”.

El ideal de la inteligencia privada es convertirse en un gorrón con éxito.


(…) La situación actual resulta interesante para nuestro tema, porque demuestra que la acción de muchas personas muy inteligentes resulta muy perniciosa para la sociedad. Las hormigas listas se han cargado el hormiguero.

“Las culturas fracasadas” (2010)
                                                                                                                     José Antonio Marina

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