Somos seres
sociales por naturaleza. Los somos razones de supervivencia, pero también por
motivos culturales. Estamos diseñados para convivir. Fue el contacto social, el
conformar comunidades (clanes, hordas, tribus, familias,...) lo que nos
permitió sobrevivir frente a amenazas más poderosas que el ser humano
individualmente. La cooperación, nos permitió sobrevivir. El apego, promovió
nuestra estabilidad emocional. La pertenencia al grupo, nuestra identidad. La
convivencia potenció nuestra inteligencia a niveles estratosféricos (en
comparación a las demás especies animales).
Las
relaciones sociales deben ser sinceras.- El protagonista de la película
"Uno de los nuestros" (Godfellas, 1990), quiere sorprender a
su novia invitándola al club nocturno de moda. Henry Hill (Ray Liotta) se salta
la hilera de clientes entrando por la puerta de servicio. Allí saluda un
empleado, y después le suelta una gracieta a alguien que está liado con su
chica en un rincón. A continuación se encuentra con un gorila que devora un
bocata, y al saludo añade un billete que le da en mano. Llegan a la puerta
trasera y entran en la sala, atestada y muy animada. Saluda al maître, y este,
sin dudarlo, le sitúa en la mejor mesa, justo frente al escenario. Mientras la
montan, saluda a varios tipos con cara de mafiosos, que devuelven la cortesía.
En la mesa recibe un agasajo (botella de champán) del director de la sala,...
En esta
escena, puede parecer que Henry está promoviendo unas relaciones sociales sanas.
Pero no es así. Lo que hace es puro personal branding. Desarrolla un mero
(pero esforzado) trabajo de agente comercial del producto que vende. En este
caso, ese producto es él mismo.
Pero ninguno
de los tipos con que se relaciona le miraría a la cara si no ostentara el
puesto que tiene en el clan mafioso. Ninguno de ellos le echaría una mano, si
realmente lo necesitara, salvo por motivos puramente espurios. Si tuviera
problemas con su mujer o hijos, con alguna adicción, en el trabajo o necesitara
hablar con alguien de algo importante para él... ninguno de ellos le escucharía
ni se interesaría realmente por él.
Lo
importante es la calidad, no la cantidad.- Los lazos
sociales se pueden identificar con la existencia de apoyo social: a mayor
contactos interpersonales, mayor apoyo recibido. Pero la disponer de relaciones
sociales no implica, en sí mismo, la provisión de apoyo ni una red social más nutritiva.
Conocer muchas personas no es sinónimo de disponer de mayor apoyo. Nuestros
recursos sociales aumentan conforme situamos las interacciones más próximas en
el ámbito de las relaciones de confianza.
Los requisitos para que unas relaciones sociales sean saludables
y beneficiosas, son sencillos. De hecho, previsibles, si uno se
detiene a pensar en ello. Y se pueden entenderse también como recomendaciones
para promoverlas:
-Respetar la
libertad y el espacio personal del otro individuo.
-Aceptar a
cada personas, tal y como es. Por tanto, evitar juzgar, y mucho menos, intentar
modificarla.
-Escucharla
e intentar comprenderla. Interesarnos por esa persona, en la medida de nuestras
posibilidades; no quedarnos solo en la superficie.
-Ser
honesto.
El resultado
de las relaciones elaboradas con estos ingredientes es que transmiten apoyo y
confianza.
De manera
que, mejor referencia que la escena de Ray Liotta, les recomendaría la pandilla
de River Phoenix en la película "Cuenta Conmigo" (Stand by me,
1986). Puedo recordar todavía la escena de los chicos frente al fuego, de
noche en el bosque. La charla puede no ser muy trascendental. De hecho, podría
etiquetarse de friki, o directamente de chorrada (Donald es un pato, Mickey un
ratón, Pero... Goofy ¿qué demonios es Goofy?). Pero lo importante no es lo que
se dice, sino lo que se trasluce. Como en tantas otras interacciones sociales,
no se trata del contenido de la charla. Lo relevante es el vínculo que se
trasluce bajo ella: la confianza y apoyo de cada miembro del grupo para con los
otros.
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