Yo
no soy pobre. Pobres son los que precisan mucho para vivir; esos son
los verdaderos pobres. Yo
tengo lo suficiente. Vivo muy sencillo para no tener ataduras
materiales. No soy pobre porque tengo tiempo para hacer lo que me
gusta. Mi
definición de pobreza es: pobre es aquel que por tener mucho no le
alcanza para nada.
Soy
austero, sobrio, ando liviano de equipaje porque para vivir no
preciso más equipaje que eso. Yo quiero tiempo para vivir, y no le
quiero imponer a nadie mi forma de vivir; la sencillez y la sobriedad
es mi comodidad. Tengo 80 años y no me voy a llevar plata en el
cajón. Quiero compartir con la gente amiga, que me parece una cosa
maravillosa y me hace feliz.
Triunfar en la vida es aprender a levantarse cada vez que uno cae. Me toca vivir una civilización que está difundiendo, de hecho, que triunfar en la vida es ser rico, y que el que no es rico fracasó. Discrepo de punta a punta. Triunfar es sentirse feliz, y eso muy poco tiene que ver con la plata.
Triunfar en la vida es aprender a levantarse cada vez que uno cae. Me toca vivir una civilización que está difundiendo, de hecho, que triunfar en la vida es ser rico, y que el que no es rico fracasó. Discrepo de punta a punta. Triunfar es sentirse feliz, y eso muy poco tiene que ver con la plata.
Hay ciertos límites materiales que los seres humanos tenemos que cubrir, pero confundir riqueza con felicidad es un cuento chino, porque lo que nos hace felices está muy ligado a las emociones, a lo sentir, y muy particularmente a los afectos. Y para cultivar los afectos hay que tener tiempo libre. Hay que tener tiempo para los hijos, para las amistades, para las relaciones personales. Usted va a caer en la idea de "yo no quiero que a mi hijo le falte nada", y le falta usted porque no tiene tiempo para él. Eso no lo arregla con ningún juguete, porque no se cambian los afectos por juguetes.
No
se puede cambiar el mundo, hay que aprender en este mundo a no
dejarse entrampar por esta sociedad. Usted no puede evitar que la
calle esté llena de autos pero tiene que aprender a cruzar la calle
sin que los autos la pisen. Este es el desafío. Y va a ver que se
puede.
Pepe Mújica, ex presidente de Uruguay
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