"Nuestro PIB tiene en cuenta, en sus cálculos, la contaminación
atmosférica, la publicidad del tabaco y las ambulancias que van a
recoger a los heridos de nuestras autopistas. Registra los costes de
los sistemas de seguridad que instalamos para proteger nuestros hogares y las cárceles en las que encerramos a los que logran
irrumpir en ellos.
Conlleva la destrucción de nuestros bosques de secuoyas y sus sustitución por urbanizaciones caóticas y descontroladas. Incluye la
producción de napalm, armas nucleares y vehículos blindados que
utiliza nuestra policía antidisturbios para reprimir los estallidos
de descontento urbano. Recoge los programas de televisión que
ensalzan la violencia con el fin de vender juguetes a los niños.
En cambio, el PIB no refleja la salud de nuestros hijos, la calidad
de nuestra educación ni el grado de diversión de nuestros juegos.
No mide la belleza de nuestra poesía ni la solidez de nuestros
matrimonios.No se preocupa de evaluar la calidad de nuestros debates
políticos ni la integridad de nuestros representantes. No toma en
consideración nuestro valor, sabiduría o cultura. Nada dice de
nuestra compasión ni de la dedicación a nuestro país.
En una palabra, el PIB lo mide todo excepto lo que hace que valga la
pena vivir la vida".
Robert Kennedy, 18 Marzo 1968
Discurso campaña
presidencial,
No hay comentarios:
Publicar un comentario