De Viktor Frankl el poder restaurador que tiene
la capacidad de relativizar: el dolor se puede sobrellevar si le
encontramos un sentido. La vida tiene un sentido bajo cualquier
condición en que se encuentre, y la desesperanza es el sufrimiento
sin propósito, sin sentido. Pero en el momento en que somos capaces
de atisbar y definir un por qué a nuestro sufrimiento estamos
convirtiéndolo en un logro, en una meta,... te permite, como él
mismo afirmaba, "convertir tu tragedia en un
triunfo personal".
Sin hallar un significado en nuestras vidas, podremos "vivir
con", pero lo esencial, lo que salvaguarda la razón de nuestra
existencia, de la de cualquier ser humano, es "vivir por".
Disponemos de una libertad condicionada, un tiempo escaso y un
espacio restringido. Somos seres limitados, pero existe un recurso,
una herramienta que nadie puede arrebatarnos por desproporcionadas
que sean las trabas y restricciones que suframos: la
libertad de elegir la actitud con la que enfrentarnos a cualquiera de
las circunstancias que nos acontezca en nuestra
vida. Ante circunstancias inamovibles, siempre tenemos la
posibilidad de cambiar nuestra actitud, de comprender y superar.
De Boris Cyrulnik que todas las heridas, incluso
las más traumáticas, pueden sanar si hallamos un entorno que nos
provea del cariño y apoyo emocional, y podemos compartirlas. Cuando
sufrimos nos sensibilizamos a ese dolor, pero esto también tiene el
resultado de generar en nosotros la motivación por ayudar a otros.
Cuando sufrimos y nos hacen daño, nos ponemos a la defensiva, nos
protegemos; una vez transcurre el tiempo y nos hallamos en situación
vital más favorable, es frecuente que nazca en nosotros un deseo
altruista: desear ayudar a otros por que sabemos lo que es el
sufrimiento.
El sufrimiento nos lleva a interesarnos por el mundo de los otros, de
los demás. Cuando sabes lo que es el dolor, quieres proteger a otras
personas de otro dolor. Compartir con alguien lo que hemos aprendido,
incluso aunque hablemos de penalidades. En sus propias palabras: "El
altruismo es un mecanismo de legitima defensa contra el dolor".
Y en mi opinión, la única manera que tenemos de transformarlo en
algo constructivo, digno y valioso.
De Primo Levi, uno de los
relatores más antiguos del holocausto, y testigo directo del mismo,
la relatividad de nuestra interpretación de la vida. Insistía
en que palabras como bueno o
malo, justo o injusto, no tardaban en dejar de tener sentido
al
otro lado
de la alambrada. Un lugar
donde la suerte era más
determinante
que la virtud,
y
reconocía
que "de ninguna manera el grupo de los salvados estaba
formado por los mejores, y menos aún por los elegidos". Es
necesario asumir
que frente al trauma, no
es posible “entender” lo ocurrido. La sensación de alienación
debe enfrentarse desde el apoyo, no afirmando gratuitamente que se
“entiende” o “imagina” lo vivido
por el otro. De
manera que, fijarnos objetivos
en
la vida es
la mejor defensa contra la muerte.
De Edith Eger que el tiempo
no cura; cura lo que tú haces con ese tiempo. Puedes
vivir para vengarte del pasado o puedes vivir para enriquecer el
presente; puedes vivir en la prisión del pasado o puedes dejar que
el pasado sea el trampolín que te ayude a alcanzar la vida que
deseas. De la misma manera,
la venganza no puede borrar los males que hemos sufrido sino que
perpetúa el ciclo del odio: la venganza no te hace libre.
Tal vez curar no consista en borrar la cicatriz, curar es apreciar la
herida.
De Ellie Wiesel, que
lo contrario del amor no es el odio, es la indiferencia. Lo contrario
de la belleza no es la fealdad, es la indiferencia. Lo contrario de
la fe no es la herejía, sino la indiferencia. Y lo contrario de la
vida no es la
muerte,
sino la indiferencia entre la vida y la muerte. Ellie no tenía duda alguna de que, la
indiferencia es la personificación del mal.
El
deber del superviviente es dar testimonio de lo que ocurrió, [...]
hay que advertir a la gente de que estas cosas pueden suceder, que el
mal
puede
desencadenarse.
“¿Por
qué estamos aquí?
es la pregunta más importante a la que debe enfrentarse un ser
humano. [...] Creo que la vida tiene significado a pesar de las
muertes sin sentido que he visto. La muerte no tiene sentido, la vida
sí.
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